Los dolores que nos quedan

[Extensión Universitaria] A 100 años de la Reforma Universitaria, uno de sus principales postulados replantea su vigencia: se trata de la extensión universitaria. El reciente Congreso de Extensión en San Juan dejó en el aire una nueva energía, tan impetuosa y arrolladora como disruptiva; un nuevo rumbo se avizora para la extensión. Un rumbo que pone más actores sobre el escenario y que, sin libreto ordenador, propone asociar a la extensión con el pensamiento crítico, la acción social transformadora y la apertura a la pluralidad de saberes más allá de los claustros.

 

Por Susana Roldán y Fabián Rojas
Ilustración: Gabriela Manrique

Repensar el sentido de la extensión universitaria en el actual contexto nacional y latinoamericano impone un golpe de timón dramático. El propio término “extensión” entra en debate: hay quienes sostienen que ya no es posible hablar de “extender la presencia de las universidades en la sociedad” sino más bien de propiciar un diálogo horizontal entre el saber del pueblo y el saber de la academia, sin jerarquía alguna. Como sostiene Boaventura de Souza Santos, “hay que hacer extensión universitaria, pero al revés. La universidad no tiene por qué ser extensa: tiene que ser ‘intensa’, promover el pensamiento crítico, la transformación social, la emancipación y la decolonización de la educación”.

Ilustración de Gaby Manrique. Alumna avanzada de la carrera de Diseño Gráfico de la UNSJ. Trabaja en la Secretería de Extensión, Es diseñadora, ilustradora, letrista y encuadernadora de oficio. Facebook e Instagram: Épica Encuadernación

Visto de este modo, ciertamente más realista y humano que el de la simple vinculación y transferencia, la extensión universitaria renueva su sentido y también su relato. Relatar la extensión hoy es relatar experiencias. En esta nota, seis experiencias de extensión universitaria que intentan abrir una nueva conversación acerca de esta función vital dentro de la UNSJ. Son seis fotos, es cierto, pero también son el testimonio de que es posible reflexionar y accionar sobre nuevos sentidos para la extensión universitaria.

Proteger el humedal para todos
El Parque Provincial Sarmiento (Zonda), fue declarado Área Natural Protegida de Usos Múltiples en 2005, por ley provincial. Mucho antes, los habitantes de la zona ya sabían de sus beneficios: aprovechaban la carne y la piel de la nutria criolla, como así también la totora, el carrizo y la caña de astilla. Esta relación virtuosa se ve afectada por acciones como la limpieza del totoral a través del fuego, un manejo inadecuado del agua, la caza de aves nativas para comercialización y la instalación de emprendimientos inmobiliarios aledaños que no contemplaron las características del lugar y solicitan el drenaje de las lagunas.
“El primer desafío –refieren Grisel Ortiz y Mirta Graciela Pastrán, integrantes del equipo que trabaja en el proyecto ‘Parque Provincial Presidente Sarmiento: Escenario para la construcción de responsabilidad ambiental ciudadana y desarrollo local’- fue promover una forma grupal y asociativa que aportara a solucionar esta problemática. Así se conformó un equipo integrado por docentes del departamento de Biología y del Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la FCEFN, estudiantes y egresados de esa Facultad y de la FACSO y FFHA, personal de la subsecretaría de Conservación y Áreas Protegidas y de la Municipalidad de Zonda así como estudiantes y docentes la Escuela Agrotécnica de Zonda y vecinos de la Unión Vecinal de Villa Tacú”.
Con actividades diversas, como el avistaje de aves, el reconocimiento de especies animales y vegetales y su importancia para el ecosistema, talleres sobre uso de la totora, conservación y colecta de semillas, derecho de los habitantes a un ambiente sano, dinámica del agua y posibilidades de desarrollo sustentable de la zona, el proyecto alcanza su cometido. “Entendemos a la extensión –dicen Ortiz y Pastrán- como un proceso que contribuye a la producción de nuevos conocimientos y vincula críticamente el saber académico y el saber popular. Por eso es que buscamos fortalecer los vínculos entre el área protegida y la comunidad a través de la escuela, para construir valores ambientales, rescatar los saberes populares y generar herramientas para el desarrollo sustentable del departamento Zonda en torno al Parque”.

Jornada con la comunidad de Zonda. Lic. Leonardo Salvioli, explica la dinámica del agua del humedal del Parque Provincial Presidente Sarmiento (PPPS).
Ornitlón. Jornada de avistamiento de aves. 17 de marzo de 2018.
Feria de Artesanos zondinos en el PPPS organizada con la Subsecretaría de Agricultura Familiar.
Taller de Totora. El artesano Don Zenón Cardozo enseña las técnicas de entotorado a estudiantes de la escuela y a la comunidad de Zonda.
Taller de totora.
Taller de conservación y colecta de semillas.

 

Tecnología para la salud de todos
¿Qué tienen en común un astronauta de una estación espacial y un alumnito de la Escuela Albergue Marcos Gómez Narvaez, de Sierras de Elizondo, en Valle Fértil? Aunque suene a ciencia ficción, lo que tienen en común es que ambos pueden cuidar su salud y detectar precozmente algún problema en su organismo gracias a la telemedicina.
Cuando la investigación y la extensión se dan la mano, la relación es tan virtuosa que sus resultados no tardan en ser visibles. Así ocurre con el proyecto que llevan adelante el departamento de Electrónica y Automática (DEA) de la Facultad de Ingeniería y la dirección de Salud Universitaria, que depende de la secretaría de Bienestar Universitario de la UNSJ. “Lo que hacemos –explica el médico Rubén Carrizo Páez, del DEA- es utilizar las nuevas tecnologías de la comunicación para realizar telemedicina. A través de Internet, médico y paciente se ponen en contacto, aunque estén separados por kilómetros de distancia. Incluso estamos realizando electrocardiogramas, teleauscultación, teleoximetría y también holter a distancia”. Para ello, se capacita a una persona en el lugar donde están los pacientes, que es quien conecta al paciente y transmite los datos por internet al médico, para que evalúe los resultados y tome decisiones al respecto. Además de la escuela de Sierras de Elizondo, la experiencia se está realizando en el CASLEO (Calingasta) y con los jugadores de inferiores del club Sportivo Desamparados. “Es una manera de permitir que chicos que a lo mejor no tienen obra social, puedan acceder a los exámenes necesarios para practicar un deporte competitivo”, dice el respecto Carrizo Páez.

Valorar productos comunitarios
La materia electiva Práctica del Diseño Gráfico, de la carrera Diseño Gráfico de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD), participa de un convenio de esa Facultad con el Ministerio de Desarrollo Humano y Promoción Social de la Provincia para diseñar y donar marcas a productos y servicios de talleres comunitarios. “Le agregarán valor para comercializarlos. Hay talleres comunitarios que de otra manera no podrían acceder a pagar una marca. De esta manera, el cliente adquiere un producto en el que intervinieron los talleres, la Universidad y el Estado provincial”, valora el profesor de la materia, el diseñador Roberto Fonseca. El trabajo incluye la elaboración de un manual de aplicación básica de la marca, para que ella no se deforme en un ulterior proceso de imprenta o diseño. Ese manual y la marca, impresos y digitales, son los productos finales que se les dona a los talleres.
Los estudiantes de tercer año de Diseño ya contactaron cerca de treinta talleres con rubros variados. “Trabajo con un taller denominado “Trekking de Integración Social, orientado a personas de cualquier edad y, como es gratis, es sobre todo para personas de bajos recursos. Además de la actividad física, el objetivo es también promover la integración social y que puedan acceder a la geografía, historia, flora y fauna de los lugares a los que asisten. El taller ya tiene alrededor de 50 participantes”, cuenta Nadia Pignataro, estudiante de la cátedra. Carolina Zangla, del mismo espacio curricular, trabaja con la microempresa “Alma”. “Se dedican a hacer bolsos y mochilas personalizados; hoy se están enfocando en hacer kits maternales que constan del bolso, el cambiador, el porta chupete, el porta mamadera y el neceser. Las piezas son personalizables ya que se puede elegir la tela, el color, etc. Es lo que los identifica: cada objeto que hacen es único”, explica. Juan Quijano y Franco Vega trabajan con adolecentes internados en el Instituto Nazario Benavídez, de Zonda. El proyecto en marcha es diseñar la marca general (y tal vez submarcas para cada producto) de los dulces de membrillo, jugos de naranja y otras conservas que elaboran en talleres de rehabilitación. “Nos pidieron que los logos sean juveniles, cálidos, y que representen contención y empoderamiento”, dice Quijano.

Salud rural y patrimonio cultural
La Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud (EUCS) de la UNSJ desarrolla el proyecto “Integrando prácticas comunitarias en la ruralidad: Comunidades de aprendizaje para consolidar la Delegación Valles Sanjuaninos de la UNSJ”. El programa comenzó a realizarse en Jáchal, sede de la Delegación, y se enfoca en poner en valor el patrimonio cultural local de las comunidades y promocionar la salud comunitaria rural, en particular la gestión de agentes sanitarios y su relación intercultural con la medicina ancestral. La iniciativa incluye a docentes de la EUCS, de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Delegación Valles Sanjuaninos.
Los agentes de la UNSJ se reúnen con integrantes de las comunidades de Niquivil y Huaco en centros integradores comunitarios, uniones vecinales y comunidades escolares y sanitarias de esos lugares. “Hablamos mucho de sus saberes populares y aprendemos nosotros también de las personas de aquellas localidades. Por ejemplo, en lo concerniente a la medicina ancestral, intercambiamos conocimientos científicos y saberes populares”, dice Ana Naranjo, directora de la EUCS y directora del proyecto, que codirige Roberto Dacuña. Algo similar sucede con las confecciones de tejidos y elaboración de diferentes productos; es decir, con la cultura de cada lugar en sus distintas expresiones. Como la música popular, terreno en que se generan intercambios de saberes entre la UNSJ y la gente del lugar. El proyecto, que codirige el sociólogo Roberto Dacuña, se extenderá a Calingasta, Valle Fértil e Iglesia, los restantes departamentos de la Delegación Valles Sanjuaninos.

 

Bases para cooperativas
Hay un polo industrial cooperativo conformado por personas de bajos recursos económicos y extrema vulnerabilidad social que funciona en el predio del ex complejo FOECYT. Esas personas hoy residen en barrios de Rawson, pero habían vivido en villas miseria. Luego de un trabajo de contención realizado por el municipio de Rawson, varios referentes de esos barrios, entre ellos jóvenes recuperados de adicciones, hoy están organizados en dos cooperativas de trabajo. La UNSJ ingresó en esa iniciativa social a través del Programa de Desarrollo Territorial y Economía Social (PROINDES), con el proyecto “Bases territoriales y comunitarias para la conformación de un polo industrial cooperativo en Rawson”. En este proyecto de extensión, dirigido por Javier Marsiglia y codirigido por Estela Narváez, investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales, intervienen además especialistas en administración, desarrollo territorial, sociología, trabajo social y abogacía.
Al principio se formaron seis cooperativas pero, problemas económicos mediante, luego quedaron dos: “Cruzando límites”, con cinco personas, fabricante de bloques de construcción, y “Cóndor Andino”, con ocho personas, dedicada a la metalurgia. Ambas están ampliando sus mercados, desde las demandas del municipio hacia la parte privada. “Tratamos de aportar elementos para contribuir a que el polo se desarrolle, que ellos generen una visión de integración, que no trabajen aislados sino articulados. Generamos bases que los articule, queremos institucionalizarlos”, dice Estela Narváez. Este año los investigadores les brindan talleres. “Les dimos herramientas básicas de administración; les proporcionamos elementos para que escriban la visión de sus cooperativas, luego vendrá la visión del polo cooperativo. Queremos que la comunidad de los barrios circundantes se apropie de ese polo. Pero de ellos también aprendemos mucho, de sus ganas y de su trabajo en equipo”, reflexiona Narváez.

 

Cuando los libros incluyen
Dentro de los programas que se desarrollan en el ámbito de la secretaría de Extensión de la FFHA, se destacan aquellos que comprenden proyectos que han resultado de enorme valor por su carácter inclusivo, por la aceptación de las diversas comunidades y por las implicancias inspiradoras para las personas que han participado en ellos desde diferentes visiones, construidas a lo largo de sus vivencias. El proyecto “Unidos por un libro” del Programa de solidaridad estudiantil es uno de los más importantes.
Uno de los factores que han fortalecido este proyecto –también el Programa– es que las acciones se sustentan desde varias secretarías, cada una aportando no sólo contenidos sino también mecanismos de ejecución. En este caso, Extensión cuenta con el apoyo de la secretaría de Asuntos Estudiantiles y la Secretaría Académica.
Este proyecto socio-cultural, que es parte del Programa de fomento a la lectura y creación de Bibliotecas Populares “Unidos x un Libro”, consiste en realizar eventos culturales en las plazas de la Provincia, donde la sociedad, las entidades e instituciones como escuelas, facultades, comercios y diversas organizaciones sociales y gubernamentales, adhieren y participan en beneficio del conocimiento de la identidad colectiva, propiciando el desarrollo de la educación a través de muestras de la industria cultural, exhibiendo el arte, las artesanías y todo quehacer sanjuanino, con un mecanismo de intercambio de bienes culturales, turísticos y patrimoniales, que permiten involucrar a toda la sociedad, con el fin de fortalecer, dar conocer, realizar un relevamiento que alimente y beneficie a las bibliotecas participantes. Estas acciones posibilitan recolectar libros que la comunidad desea donar, y también generar diversos vínculos de desarrollo económico, social, cultural de padrinazgo o mecenazgo con diversas empresas privadas o estatales, para brindar un bienestar común a los establecimientos y un proceso de desarrollo positivo donde las directivas de cada área puedan reconocer y aplicar a través de este proyecto una ejecución precisa a las necesidades que se presenten a futuro.

Descargar la edición 38 de octubre/73 aquí

 


Nota perteneciente a octubre/73: edición Nº38, año VI. Septiembre de 2018