El sueño de la Patria Grande

A poco menos de un año de cumplirse el bicentenario de la Independencia argentina, conviene volver la mirada sobre una figura que tuvo fundamental importancia para que el Congreso de Tucumán cumpliera su objetivo. Se trata de la presencia de José de San Martín en San Juan, donde, según historiadores, comenzó a tomar forma el sueño del libertador: una patria grande latinoamericana, libre e independiente de dominaciones extranjeras. Una reflexión sobre aquella visita, que permite reeditar aquel sueño, pero esta vez desde la universidad pública y gratuita al servicio de la integración latinoamericana.

Por Fabián Rojas, Belén Ceballos y Susana Roldán

No lo sabía, pero aquel 9 de julio de 1815, cuando el entonces gobernador intendente de Cuyo José de San Martín pisó suelo sanjuanino, faltaba un año exacto para la Declaración de la Independencia. De lo que sí estaba seguro San Martín era de la importancia de hacerlo, ya que sin declarar la independencia, era muy difícil pensar en un continente libre de dominaciones foráneas, más aún cuando las noticias desde España no eran para nada alentadoras para los sueños de libertad. Repeler posibles ataques realistas desde Chile y buscar un mejor lugar para iniciar la campaña libertadora (el Norte no lo era) aparecen aquí como las razones con más fundamento que tuvo San Martín para venir a San Juan, una de las subdelegaciones que integraba la Intendencia de Cuyo.
Si bien los historiadores difieren en algunos datos, como el hecho de cuántas veces estuvo San Martín en San Juan o la cantidad de días que permaneció en la provincia, coinciden en algo: en aquel mes de julio de 1815, el gobernador intendente de Cuyo estuvo aquí, se alojó en una celda del Convento de Santo Domingo (hoy Celda Histórica) y mantuvo una serie de reuniones importantes para su plan libertador. También se sabe que recorrió la precordillera sanjuanina, para conocer in situ no sólo los posibles lugares que usarían los realistas para atacar desde Chile, sino para estudiar el terreno por el que cruzaría hacia ese país con sus tropas, para asegurar la independencia del continente.
Claudio Vera“La visita de San Martín a San Juan tiene una importancia extraordinaria. A dos semanas de asumir como gobernador intendente de Cuyo, se produce la batalla de Rancagua, en la que los realistas recuperan Chile. Esto era una gran amenaza para el Río de la Plata y en especial para Cuyo, ya que una invasión era inminente. En enero de 1815, una partida realista entra por Los Patos y llega a El Leoncito, en Calingasta. La alarma llega a San Juan y la población cordillerana protagoniza un éxodo ante una posible invasión. En esas circunstancias llega San Martín a San Juan, para preparar la reacción ante los invasores. Recorre los pasos por donde podían entrar los realistas, dado que el eje de las operaciones militares se había trasladado desde Perú a Chile. Por esa razón San Martín planea conquistar Chile en Cuyo, venciendo a las tropas realistas en este suelo”, refiere el historiador Claudio Vera.
Claudia Ciani, docente e investigadora de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes y vicepresidenta de la Junta de Estudios Históricos de San Juan, señala que existe la probabilidad de que San Martín haya estado en San Juan antes de julio de 1815. “Hay alguna notificación al Cabildo de Mendoza que indica que podría haber dejado Mendoza para trasladarse a San Juan en mayo de 1814, cuando el teniente gobernador de San Juan, Manuel Corvalán, fue depuesto. Pero no hay datos de su llegada a San Juan, por lo que no hay certeza de que esto se haya concretado”, dice. Así las cosas, San Martín habría decidido esperar para ver si el nuevo gobernador José Ignacio de la Roza tenía el apoyo del pueblo.
Ya sea que haya venido a San Juan una o dos veces (incluso se habla de una tercera visita), nada impide asegurar que su presencia aquí fue fundamental para lo que siguió después. “San Martín, sin duda, quería una patria grande latinoamericana. Su arribo a América, su decisión de dejar España y adoptar la causa americana es coincidente con ello. Su plan era un plan continental y así lo demostró viniendo a San Juan e intentando proteger este territorio de posibles avances realistas”, asegura Claudia Ciani.
Aceptar la gobernación de Cuyo, vigilar la precordillera sanjuanina e insistir con el llamado a un congreso para declarar la Independencia son, entre otras, acciones que cimentaron este sueño libertador. Desde el estudio y rescate de la historia y la figura de San Martín, de su paso por San Juan y desde la construcción de una identidad latinoamericana que honre esa campaña libertadora, hoy toca a las universidades públicas convertirse en seguidoras de esa gesta y construir así una auténtica independencia argentina.


El valor de la celda histórica

Luis OrellanoComo se sabe, durante su visita a San Juan San Martín se alojó en el monumento que hoy se conoce como Celda Histórica, en el predio del Convento de Santo Domingo. Para Luis Orellano, integrante con María Rosa Plana del equipo que elaboró el guión museológico de la Celda, todo el sitio tiene valor histórico. Ambos son docentes e investigadores de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, y aportan su experiencia a la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos. “La presencia de San Martín en este lugar, ubicado en una manzana que fue fundacional, otorga a la Celda un valor patrimonial muy importante. A raíz de los terremotos, el único lugar que se conserva casi intacto y original desde su construcción es la Celda, la Galería y la Sala Capitular. La mejor manera de relatar la historia que este sitio testimonia es respetar su carácter claustral. La Celda es un espacio muy humilde ubicado dentro de un claustro, con muy pocos elementos y muebles, que son los que hoy están. El valor histórico más grande es el intangible, que es el hecho de que allí estuvo San Martín y el mensaje que transmite a las futuras generaciones: un ideal de independencia y libertad para nuestro país y para América Latina”, explica Orellano.


Loma de las Tapias es prehistoria pero también Historia

La columna sanmartiniana al mando del Comandante Cabot pasó por el sitio de riquezas naturales ubicado entre Ullúm y Albardón, el cual es puesto en valor desde hace una década por el Instituto de Geología “Dr. Emiliano Aparicio”.

Treinta y tres años después del cruce de Los Andes, en su Recuerdos de Provincia, Domingo F. Sarmiento decía: “Tres leguas hacia el norte de la ciudad (San Juan de la Frontera) hay un lugar llamado Las Tapiecitas, a causa de los restos de un fuerte cuyas ruinas eran discernibles ahora veinte o treinta años, y su colocación en aquel lugar parece explicar el nombre de San Juan de la Frontera, por no estar reducidos los indios de Jáchal y Mogna (…)”. Dice la historia que por Las Tapiecitas, donde hoy hay un monolito Víctor Hugo Contreras, investigador del INGEOrecordatorio, pasó la Cuarta División del Ejército de Los Andes, al mando del Coronel Juan Manuel Cabot, proveniente de Mendoza, y con destino a Coquimbo, en Chile. El lugar corresponde a la zona noroeste de San Juan, entre Ullúm y Albardón, geografía en que se halla el sitio Loma de las Tapias.
El Instituto de Geología “Dr. Emiliano Aparicio” (INGEO), de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, trabaja desde 2005 en el estudio y difusión de ese sitio de valores geológicos y paleontológicos que datan de más de 12 millones de años. Loma de las Tapias hoy tiene relevancia científica y es Área Natural Protegida, pero puede añadírsele un valor histórico. Víctor Hugo Contreras, investigador del INGEO y estudioso de la importancia del lugar, sostiene a modo de hipótesis el periplo de la columna de Cabot por aquella región. “Desde la ciudad de San Juan, el paso natural más seguro era el cruce a la altura de la actual calle Salta, en Chimbas. En esos tiempos se tenía que vadear el Río San Juan para cruzar a la otra margen. La columna pudo haber pasado por sectores de Loma de las Tapias que son muy propicios para el paso. Allí está el Río Dávila y la hipótesis es que la columna habría ascendido por el costado de ese río hasta el Puesto Solo, y desde ahí pudo haber bordeado el Río Quiroga para seguir luego hacia Talacasto”, indica Contreras. Por su lado, el historiador Edgardo Mendoza sostiene que “de modo genérico puede decirse que la columna pasó por Loma de las Tapias”.
Pese a la concientización sobre el valor de este sitio, y de ser Área Natural Protegida desde 2002, su pureza siempre está en vilo por el entretenimiento motorizado de la vida moderna. Loma de las Tapias es documento prehistórico, pero también es parte de la Historia argentina.


Construir identidad latinoamericana

Desde las aulas e institutos, la UNSJ pone al servicio de la historia la tarea de sus docentes e investigadores para contribuir a un mejor conocimiento del relato del paso de San Martín por San Juan. Todo esto con vista a esa unidad latinoamericana que se impulsa desde las universidades públicas, como una forma de contribuir a concretar el sueño de la Patria Grande desde otros frentes.
Docentes Alejandra Herrmann y Yamna Rached Con esa motivación, las docentes Alejandra Herrmann y Yamna Rached fueron las encargadas de elaborar un proyecto áulico, que titularon “No solo cruzó los Andes”, con los alumnos de 3º año de las divisiones 1ª y 2ª de la Escuela Industrial “Domingo Faustino Sarmiento”. Los alumnos que se destacaron por su presentación fueron: Danilo Krywokulski, Gonzalo Coria, Gabriel Torres, Facundo Rojas, Facundo Varas, Mariano Videla y Francisco Rodríguez. El objetivo fue trabajar con una faceta de la vida del General que no fuera exclusivamente la militar, sino reconocerlo como un gran político y estratega.
“En aquel momento, era el Gobernador Intendente de todo Cuyo, por lo tanto llegó con dos objetivos a cumplir: uno tiene que ver con lo militar, en el que organiza parte del ejército que iba a pasar por San Juan para cruzar los Andes, y el otro fue netamente político. En este sentido, se entrevistó con los que iban a ser posteriormente los diputados en el Congreso del año siguiente, en el que se declaró la Independencia en 1816, en la provincia de Tucumán. Se considera que el General actuó de esta manera, porque estaba convencido de que era el mejor camino a seguir para evitar otro fracaso, como el que se produjo en la Asamblea del Año 13. Las personas con las que se entrevistó fueron Fray Justo Santa María de Oro y Narciso Laprida. Estos encuentros no fueron casuales ya que, ambos ocuparían cargos importantes en el Congreso de 1816. Laprida fue el presidente del Congreso cuando se proclamó la Independencia y Fray Justo Santa María de Oro fue diputado y tenía una visión de las cosas muy similar a San Martín”, señalan las docentes.
Afirman que en tal sentido, “su paso por la provincia fue para asegurarse el apoyo político, ya que el General era consciente que para declarar la Independencia no sólo era necesaria una buena estrategia militar, antes necesitaba declararla políticamente y para eso era indispensable contar con el apoyo de todas las provincias. Por otra parte, cabe resaltar el interés que San Martín tuvo por la zona del 5º Cuartel, el cual se ve plasmado en la propuesta que deja respecto de diseñar un canal que permitiera unir un brazo del Río San Juan con esta zona de Pocito. La idea era desarrollar allí un poblado y que esas tierras se convirtieran en productivas, ya que lo que allí faltaba era agua. Ese canal fue una obra pública, que se estima estuvo impulsada por el General y fue puesta en práctica por el entonces gobernador de la provincia, José Ignacio De la Roza. Además, donó libros para que se abriera una biblioteca que dejó a cargo de los sacerdotes de Santo Domingo”.