La ley, esa tela de araña
Siempre había oído mentar
que ante la ley era yo,
igual a todo mortal.
Pero hay su dificultad
en cuanto a su ejecución.
(Alfredo Zitarrosa)
Por Susana Roldán
Aunque los físicos ya se han encargado de aclarar que no hay pruebas de que el tiempo se esté acortando, en los últimos días hemos tenido la sensación de asistir a una suerte de aceleración de los hechos (al menos, los que aparecen en las noticias, que no son “todos” los hechos) que parece sostener lo contrario. O dicho de otro modo, mucho en poco tiempo. Como si fuéramos Alicia cayendo dentro de la madriguera, bien podríamos preguntarnos antes de que el sol se oculte: “¿Todavía es hoy?”.
A la fallida colocación en la Secretaría de Políticas Universitarias de un productor televisivo, rápidamente rechazada por el sistema universitario en pleno, le siguió un debate que recién empieza y que va a dar mucha tela para cortar. Se trata de la necesidad de trabajar en una nueva Ley de Educación Superior, algo que el rector de la UNSJ, Oscar Nasisi, calificó recientemente como “uno de los desafíos más importantes que se vienen para las universidades nacionales”. Durante una entrevista para Universidad & Sociedad, Nasisi fue categórico en sus afirmaciones: “Hay que estar muy atentos, porque ya está anunciado que ya hay en carpeta una nueva Ley de Educación Superior. No la conocemos todavía, pero no nos cabe duda de que los universitarios vamos a tener que involucrarnos profundamente en ese debate”. Es conocido por toda la comunidad universitaria sanjuanina que tanto Nasisi como su vicerrectora, Mónica Coca, adhieren y sostienen los principios de la Declaración de Cartagena de Indias (2008) sobre Educación Superior: lejos de ser un servicio, como algunos sectores quieren hacer parecer, la educación superior es un derecho humano. La defensa de este postulado, sumado a los de inclusión, equidad y calidad, no puede quedar afuera de ninguna nueva Ley de Educación Superior en la Argentina.
Pero en estos días que parecen correr y a la vez demorarse, otra vez el término “ley” ocupó varios titulares y seguramente los seguirá ocupando. Fue cuando desde el gobierno nacional se dispuso la creación del Ministerio de Comunicaciones y el cambio de jurisdicción de la AFSCA y la AFTIC, siendo la primera el organismo de aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA). De inmediato, la comunidad universitaria sanjuanina reaccionó, apoyando la defensa de la LSCA que encararon sindicatos, organizaciones de derechos humanos y ONGs, medios de comunicación, comunicadores, agrupaciones culturales y estudiantiles y políticos que se sumaron a una numerosa marcha en sintonía con otras marchas que se realizaron en distintas ciudades del país. Con la consigna de “La Ley de Medios no se toca”, los ciudadanos marcharon exigiendo que, tal como rezaban algunos carteles, ningún cambio se hiciera fuera de la ley.
Algo tienen en común la preocupación por los términos en que se elaborará una nueva Ley de Educación Superior y la defensa de la LSCA: hay una conciencia de que la ley nunca puede estar en contra de los derechos de los ciudadanos. Y que todo cambio que se propicie debe hacerse en el marco de leyes debatidas por todos los sectores involucrados y representados en los organismos pertinentes.
En estos días, que parecen correr más de la cuenta aún contra las leyes de la Física, es alentador saber que cada vez hay más personas decididas a que la ley deje de ser una tela de araña.
Edición correspondiente a octubre/73 – Año III – Nº 24 – Diciembre de 2015